Los dones del Espíritu Santo son varios y cada uno tiene su función dentro del cuerpo del Cristo, así como su categoría. Un creyente puede poseer varios de estos dones o simplemente tener uno, pero debe aprovecharlo al máximo para el beneficio de pueblo, ya que está ligado a un propósito divino (1 Co 12:7)
Y aunque siempre se ha dicho que los dones son
9 como un concepto básico, los 9 dones están dentro de una categoría dependiendo
de su enfoque y naturaleza. Como lo veremos a continuación.
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Dones de servicio: estos dones
están más enfocados en la enseñanza y guía de la congregación. Acá podemos
incluir al don de enseñanza y al don ministerial de pastor el cual guía a la
iglesia. Los dones de servicios pueden ser ministrado por cualquier diácono que
tenga llamado al pastorado y maestro. Gracias a estos dones, es posible enseñar
a los nuevos convertidos.
Sin los dones de servicio dentro del templo, no existiría iglesia por la falta de enseñanza. Personas como exegetas y apologistas poseen este don, de tal manera que pueden comunicar la verdadera interpretación de las Escrituras y oponerse a las falsas doctrinas desde la iglesia, protegiendo así a los miembros.
En este libro llamado EL PASTOR EFECTIVO de Genaro Poot May podemos encontrar un análisis de lo que verdaderamente es un pastor conforme a la Biblia y a los tiempos modernos.
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Dones de testimonio: los dones de
testimonio están presentes en los evangelistas, misioneros y apóstoles, y
personas con dones de profecía. Gracias a estos dones, es posible tener hombres
y mujeres dotados espiritualmente para hacer campañas y llegar a terrenos donde
no todos se atreven a pisar. Asimismo, estos dones son de vital importancia
para seguir llevando más gente a los pies de Cristo. Los dones de testimonio
ayudan a esparcir el testimonio de Cristo y el propio como cristiano por toda
la Tierra.
- Dones de adoración: los poseen los profetas, los que tienen discernimiento de espíritu, y los que hablan en lengua e interpretan. Son como atalayas espirituales. Los dones de adoración por lo general los encontramos en personas como los intercesores y ministros de liberación, quienes deben moverse en el don de discernimiento de espíritus eficientemente.
Las personas con don de interpretación de
lenguas permiten conocer los misterios de Dios para con la congregación o la
región dichos en otras lenguas, así como también ayudan a identificar lenguas
demoníacas o xenoglosias, en conjunto con el discernimiento de espíritus. A
través del don de lenguas y su debida interpretación, la iglesia es edificada
porque se transmite un mensaje puramente profético (1 Co 14:4).
Sin embargo, el don de lenguas y el de interpretación tiene muchos adversarios, sobre todo dentro del mundo católico y prebisteriano, calvinisita, los cuales son cesacionistas, no creyendo en la actualidad de los dones descritos en la Biblia ni según Pablo, sino dejándose llevaer por la historia de la iglesia, en la cual, no hay mención de tales manifestaciones a partir del siglo 2, tal y como está descrito en este libro de Erico Tadeu.