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Por supuesto que no, no era posible que el Cristo pecara, ni proféticamente, ni en pensamiento.
No podía pecar porque así estaba escrito. Podemos ver en Éxodo
12:5,7 que el cordero no tenía que tener defecto. En estas instrucciones que
dio Dios al pueblo de Israel antes de la muerte de los primogénitos de Egipto,
Dios demanda dos cosas que son tipología de Cristo: 1. Que sea sin defecto y 2.
Que su sangre sea colocada en los postes. En esto vemos la santidad de Cristo
desde siempre:
a.
Cristo era sin mancha y esto lo podemos mostrar
en 1 Pedro 18-19, en el cual Pedro dice que fuimos rescatados (así como Israel
en Egipto) de nuestra manera anterior forma de vivir por medio de la sangre de
Jesucristo (aquí habla de sacrificio) “como de un cordero sin mancha ni
defecto”.
b.
Tenía que ser de un año: contrario a lo que
muchos podrían pensar, un cordero de 1 año es un cordero ya adulto grande, con
todo y cuernos. Es un cordero maduro, así como Cristo, quien entregó su vida
por nosotros a una edad madura, alrededor de 33 años. Y tampoco, podía estar
enfermo, sino que tenía que ser el mejor. Esto lo podemos encontrar en Hebreos
9:13-14, donde Pablo dice que si la sangre de los toros y machos cabríos podía
“hacer algo”, ¿Cuánto y más la sangre del Cordero de Dios, el cual se entregó a
si mismo sin mancha?
Basándonos en esto, podemos deducir de esto que Jesucristo
nunca pecó. Sin embargo, esta no es la única razón, sino que tampoco pecó como
los demás sacerdotes en el AT. Jesucristo no hacía como los demás sacerdotes
del AT, que primero ofrecían sacrificio por ellos mismos primero para poder
servir a los demás, sino que como El nunca pecó, se ofreció a si mismo sin
tener que limpiarse de algo a sí mismo (Hebreos 7:26-28). De hecho, más
adelante en el vers 29, Pablo dice que los sacerdotes del Antiguo Pacto eran
débiles, más Cristo así no lo era. También dice que nunca se juntó con
pecadores.
De igual manera, la Escritura dice que Jesús se hizo pecado para que nosotros fuésemos justos (2 Co 5:21). También añade que si el pecado entró por un hombre, Adán, lo justo era que también fuera quitado por otro hombre, el Segundo Adán, Jesús (1Co 15:20-22). El se hizo pecado, cargando todas nuestras culpas y fallas del pasado y futuras, sufriendo la muerte que merecíamos los seres humanos por nuestra rebeldía e iniquidad. Tuvo una muerte de maldición para ofrecer salvación (Gálatas 3:13) y derrotar a la muerte tanto física como espiritual (1Co 15:55-57). Pero se hizo pecado por haber cargado nuestras iniquidades, no por haber errado por cuenta propia, tal y como dice:
Isaías 53:5 RVR1960
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros.
Y por otra parte, no era posible que Cristo pecara a causa
de Su naturaleza. Como ya sabemos en El habita toda la plenitud de la Deidad (Colosenses
2:9). En otras palabras y entre tantas cosas, toda la santidad de Dios, del
cual sabemos no hay sombra de variación ni tinieblas (Santiago 1:17 y 1 Juan
5:7)
Isaías 53:9 y 1 Pedro 2:22-23 dice explícitamente que NUNCA
PECÓ NI SE HALLÓ ENGAÑO EN SU BOCA. Juan 1:9 y 1 Juan 5:7 que Dios es Luz, y
Jesucristo es luz. Por lo cual no podía pecar porque no había tinieblas u
oscuridad en El, y que esa misma luz venía a este mundo.
Por otro lado, nuestro Señor Jesucristo fue CONCEBIDO POR EL
ESPIRITU SANTO, no por relaciones sexuales (Lucas 1:35). El mismo Espíritu de Dios
lo creó en el vientre de su madre, quien era una mujer justa (más no concebida
como Cristo (inmaculadamente), por lo que tuvo también que creer en su Hijo para su salvación. La misma naturaleza del Espíritu hizo de ese niño
Santo como Su Padre (Isaías 6:3 y Apocalipsis 4:8,11). El ser 100% Dios lo mantenía
totalmente fuera de pecado, como también el conocer todas las cosas así como el
corazón el hombre (Salmo 139:4 con Juan 2:23-25).
Recordemos asimismo que Jesucristo es el Verbo de Dios, por
medio del cual se escribió toda la ley (Juan 1:1, la Palabra, el Pensamiento de
Dios mismo) y se constituyó todo el universo (Colosenses 1:16-17), el cual fue
hecho a perfección. LOS HUMANOS NACIDOS DE LA CARNE ERRAMOS TODO EL TIEMPO (1
Jn 1:8-10), pero vamos a Alguien mucho mejor que nosotros para que nos ayude
con nuestros pecados (Romanos 7:19-25).
Finalmente, un pecador no podía salvar o morir por el pecado
de otro pecador. Por esa razón, los judíos no creen ya que citan el versículo
de Deut 24:16 el cual dice que los padres no morirán por los pecados de sus
hijos, ni los hijos por los padres, SINO QUE CADA QUIEN MORIRÁ POR SU PROPIO
PECADO. Pero en Cristo esto no aplica, ya que este versículo se refiere a
padres e hijos, y Cristo no tuvo hijos, fue célibe (incluso allí cumplió la ley
a la perfección quitando toda duda).
Vino a redimir al mundo, no a casarse (no es igualmente pecado)
ni a tener descendencia. Es un versículo malintencionado con los que los judíos
arremeten contra Jesucristo para decir que ningún hombre podía morir por los
pecados de otro o sacrificarse. La ley especifica exactamente que los padres NO
podían sacrificarse POR SUS HIJOS, ya que esto llevaría a la anarquía. Mas en
Cristo, tenemos una renovación en nuestra mente (1 Corintios 2:16) y limpia la
consciencia (Hebreos 10:1-4). En todo caso, estos animales que se sacrificaban
en el AT son tipo de Cristo (ninguno de ellos podía ofrecerse con defecto, Ex.
12:5-13, aludiendo proféticamente a cómo debía ser el Mesías).
Ezequiel capítulo 18 habla de que cada hombre morirá por su
propio pecado, pero no habla de sacrificio, sino DE CONSECUENCIA DEL MISMO. Tampoco es aplicable este versículo.
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