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Uno de mis momentos favoritos del día son los pocos minutos
de tranquilidad justo antes de dormir por la noche. La casa está en silencio y
finalmente tengo tiempo para procesar mis pensamientos y sentimientos en la
oscuridad fría de mi habitación. Espero que mis músculos se relajen mientras me
dirijo al mundo de los sueños, hasta que... no puedo. Algunas noches me quedo
mirando el techo o mi iPhone preguntándome por qué no puedo dormir. Cuento las
horas que me quedan hasta tener que levantarme. Mi mamá siempre me dice que
cuando no pueda dormir, no debería luchar tratando de forzarme a dormir. Ella
tiene razón. Tratar de forzarme a dormir solo me hizo sentir más tensa. Sin
embargo, he encontrado maneras que me ayudan a relajar, haciendo más sencillo
el hecho de conciliar el sueño. Una de estas maneras es leer la biblia,
específicamente los Salmos. La hermosa poesía de los salmos mezclada con el
poder de La Palabra de Dios casi siempre pone mis nervios a descansar hasta
poder cerrar los ojos. Si eres como yo y a veces necesitas ayuda a quedarte
dormida, quiero compartir contigo mis Salmos favoritos para leer y descansar.
Durante el día, no pienso en cosas escalofriantes. Pero tan
pronto pongo mi cabeza en la almohada, ellas quieren atacar. Y el temor es el
enemigo del sueño. Es por esa razón que adoro el Salmo 91. Solo he enlistado
unos pocos versos del salmo arriba pero, si tienes tiempo, o te encuentras sin
sueño debido al temor, te sugiero que leas este salmo completo. Me recuerda que
Dios no solo me protegerá, sino que también me defenderá. El salmo 91 revela
que mis pensamientos temerosos ni siquiera se acercan al poder que mi Dios
tiene para superarlos.
1. Salmos 116
“Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque el SEÑOR te ha
colmado de bienes.” - Salmos 116:7
El Salmo 116 es un salmo que memoricé hace 10 años. Es el
primer fragmento de la escritura que reviso una y otra vez en una noche de
desvelo. Lo digo lento para pensar de verdad en las palabras. Se me recuerda
que mi alma puede descansar, porque el Señor es bueno y tengo mucha evidencia
de su beneficencia en mi vida. Luego comienzo a pensar en todo lo bueno que
Dios está obrando y que ha hecho por mí. Esta escritura me recuerda que Dios
está conmigo y eso me da una paz que relaja mi mente, cuerpo y alma.
2. Salmos 4
“En paz me acostaré y así también dormiré; porque sólo tú,
SEÑOR, me haces dormir confiado” Salmos 4:8
Luego de un día súper ocupado pensarías que la única cosa
que mi cuerpo quiere es dormir. ¡No! Un día ocupado generalmente conlleva a
tener mayores dificultades al quedarnos dormidos. Mi mente repite todo lo que
ocurrió ese día y lo que podría ocurrir mañana.
¿Qué ocurrirá mañana?
¿Qué ocurrirá el año que viene?
¿Y si algo malo me pasa? ¿Mi esposo? ¿Mis hijos?
No hay nada peor que tratar de dormir con pensamientos
ansiosos. Es en esos momentos que me encanta sacar el Salmo 4. Siempre me
recuerda que Dios tiene el control, que él es mi protección y que puedo confiar
en él. Ahora bajo esa verdad, puedo dormir.
3. Salmos 91
“El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del
Omnipotente. No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día.
Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos
tus caminos.” - Salmo 91:1,5,11
Aún tengo que luchar en una batalla que el Señor no ha
señalado en Su Palabra. Esto incluye mi lucha al intentar dormir algunas
noches. Es la palabra de Dios que me ayuda a dejar las preocupaciones de este
mundo y entender cuán confiable es nuestro Dios. Y apoyarte en Su verdad, aun
en una noche sin dormir, se siente como que Dios me está ayudando a hacerlo.
Así que la próxima vez que tengas un problema al quedarte dormido, adelante y
prueba con estos Salmos. Es mi oración que la verdad de la palabra de Dios
produzca una paz tal a tu alma que conlleve a tener muchas noches de buen
sueño.