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La doctrina católica enseña que
para ser salvo, uno debe hacer buenas obras continuamente.
"No se salva, en cambio, el
que no permanece en el amor, aunque esté incorporado a la Iglesia" (pp.
246-247, #837).
Para ser salvo, también se deben
realizar obras como el bautismo (véase p. 360, #1257), además de diversos
sacramentos (véase p. 327, #1129) y muchas obras adicionales.
Una vez más las enseñanzas del
catolicismo se oponen a la Palabra de Dios, la cual afirma que la salvación no
puede ganarse, sino que es un don gratuito de Dios que no merecemos.
"Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe".
Efesios 2:8-9
"Nos salvó, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo".
Tito 3:5
La Biblia repetidamente declara
que la salvación es por fe, nunca por buenas obras:
"Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las
obras de la ley".
Romanos 3:28
"Y la Escritura, previendo
que Dios había de justificar por la fe a los gentiles...".
Gálatas 3:8
¿Cómo llegamos a ser hijos de
Dios?
"Pues todos sois hijos de
Dios por la fe en Cristo Jesús".
Gálatas 3:26
Los fariseos y las buenas obras
Los religiosos fariseos estaban
convencidos de que haciendo buenas obras, ellos ganarían la salvación, pero
Jesús les mostró la verdad. En el evangelio de Marcos, los fariseos y los
escribas le preguntaron a Jesús:
"¿Por qué tus discípulos no
andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos
inmundas?"
Marcos 7:5
Al responderles Jesús los
reprendió:
"Bien invalidáis el mandamiento
de Dios para guardar vuestra tradición".
Marcos 7:9
¡Qué tragedia! Al dar más valor a
la tradición que a la Palabra de Dios, los fariseos en realidad habían
rechazado el mandamiento de Dios. Jesucristo también acusó a los fariseos
diciendo:
"Invalidando la palabra de
Dios con vuestra tradición...".
Marcos 7:13
¿No es exactamente esto lo que
está haciendo la Iglesia Católica al poner la tradición por encima de la
Palabra de Dios?
Los fariseos estaban convencidos
de que la salvación se obtenía mediante buenas obras, pero Jesucristo sabía que
las buenas obras nunca salvarían a nadie.
"Sabiendo que el hombre no
es justifi-cado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros
también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y
no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será
justificado".
Gálatas 2:16
"Justificados, pues, por la
fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo".
Romanos 5:1
Las buenas obras no eran suficientes
Consideremos las enseñanzas de
Jesucristo respecto al valor de las buenas obras:
"No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos... Muchos me dirán en aquel
día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?"
Mateo 7:21-22
Esta multitud estará eternamente
decepcionada cuando escuche decir a Jesucristo:
"Nunca os conocí; apartaos
de mí, hacedores de maldad".
Mateo 7:23
Lamentablemente muchas personas
no sabrán que sus buenas obras no podían salvarlas, sino hasta después que
hayan muerto y sean sentenciadas al infierno eternamente.
El apóstol Pablo presenta otra declaración importante acerca de las
buenas obras:
"No desecho la gracia de
Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió
Cristo".
Gálatas 2:21
En otras palabras, si pudiéramos
ganar el cielo por medio de buenas obras, entonces Jesús sufrió en vano esa
horrible muerte en la cruz.
Pero El no murió en vano. Las
Escrituras afirman que Jesús dio su vida porque no había otra forma para que
nosotros alcanzáramos el perdón de nuestros pecados.
El único camino para ser hijo de
Dios es por medio de la fe en Cristo. Por medio de buenas obras nunca tendremos
vida eterna:
"Pues todos sois hijos de
Dios por la fe en Cristo Jesús".
Gálatas 3:26
La Biblia una y otra vez presenta
claramente la voluntad de Dios:
"El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el
nombre del unigénito Hijo de Dios".
Juan 3:18
Jesucristo mismo declara esta
verdad:
"Y esta es la voluntad del
que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida
eterna".
Juan 6:40
Conclusión
Amigo católico romano, usted debe
decidir. Creerá en la Palabra de Dios y aceptará el don gratuito de la
salvación mediante Jesucristo, o creerá en las tradiciones de la Iglesia
Católica, las cuales enseñan que la salvación debe ganarse por medio de buenas
obras.
Usted no puede elegir la doctrina
católica y la Palabra de Dios, porque éstas no concuerdan entre sí.
Mi oración es que usted tome la
decisión correcta. Si elige recibir el don gratuito de la salvación de Dios,
nosotros le explicaremos cómo hacerlo:
"Respondió Jesús y les dijo:
Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado".
Juan 6:29
NOTA: 1) Jesucristo no vino
a invalidar la ley. Jesús vino a dar una real interpretación de la ley.
2) Habían dos tipos de leyes en los tiempos de
los judíos, según su forma de trasmisión y lo que comprendía. La Torá (ley
escrita o instrucción) y la ley oral, el cual está en el talmud. Esta última
correspondía a las tradiciones practicadas por los judíos piadosos de la época,
y tenía como función “facilitar” para ellos una forma o medidas para cumplir la
Torá.
3) La muerte de Jesús y la salvación, ese acto
de sacrificio muestra la manifestación más grande de la gracia en toda la
historia. No por ellos, vamos a hacer lo que queramos, porque estaríamos practicando
ANARQUÍA. Si practicamos anarquía, no hay amor hacia ese sacrificio, y si no
hay amor en nosotros, nada hay, y no tenemos la salvación como tal. Dios es
Dios de verdaderos.
4) Esta creencia de la Iglesia
Católica, que estipula que la salvación es a través de buenas obras y caridad,
es dada desde los tiempos más antiguos de la misma. En aquel tiempo, con un fin
económico y corrupto muy pronunciado.
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