La escultura del "Trono de Lucifer" en el Vaticano y otros diablos (Explicación)

El interior del Vaticano siempre ha sido objeto de muchísimos misterios, junto con un gran número de teorías que ha inventado o supuesto la gente. Por ejemplo, uno de los grandes enigmas que han sido narrados en muchos lugares durante los últimos años fue el que relataba la historia comentada por el ex asistente del Papa Juan XXIII, que en unas declaraciones a la prensa declaró un acontecimiento que involucraba al Sumo Pontífice y un extraterrestre. Simples conjeturas.

Lo que sí es cierto es que en una de las sedes sagradas - así considerado por muchas personas - se encuentra el famoso Archivio Segreto Vaticano, lo que sería la documentación oficial de la Santa Sede. La biblioteca personal del Papa está rodeada de mitos y numerosos rumores, y contiene algunos de los secretos mejores guardados de la historia universal. Sin embargo, ahora está en boca de todos una escultura que se encuentra dentro del Vaticano, la cual ha levantado grandes sospechas entre los creyentes. ¿Quiere saber más? ¡Pues no dude en seguir leyendo!

Como hemos mencionado, el Archivo Secreto Vaticano se cree que cuenta con una documentación bastante relevante, concretamente más de 150.000 ejemplares divididos en unos pasillos que abarcan 85 kilómetros, con un total de ochocientos años de historia y a los cuales no se puede acceder sin autorización expresa del Vaticano. Aunque hoy en día la entrada al lugar no tiene coste, se requiere un investigador e historiador para poder acceder a un archivo concreto, ya que explorar libremente no está permitido.

¿Qué puede haber en tantísimos documentos? Pues los rumores dicen que pueden contener citas que podrían cambiar a la institución tal y como la conocemos hoy en día. Con el paso del tiempo, se fueron acumulando cartas, documentos y registros que tuvieron que mantenerse en secreto. Las teorías plantearon posibles preguntas de lo que se cree que podían contener los escritos: ¿Cómo se fundó realmente el Cristianismo? ¿Quiénes fueron sus primeros seguidores?

Por eso no es de extrañar que las personas imaginen y empiecen a debatir sobre cualquier pequeño aspecto que pueda sobresalir de la doctrina católica de la Institución, como lo que ha aparecido estos días por la redes sociales. Aunque se ha tomado en muchos aspectos como un simple bulo, otras personas creen lo contrario. La supuesta noticia decía que el Papa Benedicto XVI se estaría construyendo en el Vaticano el trono de Satanás, tal y como se profetizaba en el tercer misterio de Fátima.

Como pruebas contundentes, se presentaron fotos de la extraña forma de la escultura que se encuentra en una de las salas de la ciudad pontificia. Es una obra llamada “La Resurrección”, y el artista es Pericle Fazzini, empleada y colocada en la sala de audiencias Pablo VI del Vaticano. Resulta que, lejos de ser nada relacionado con el demonio, Satán, Lucifer...etc como han pensado muchísimas personas, es todo lo contrario.

Fazzini la construyó en 1977, en plena Guerra Fría, y según su opinión artística, representa a Cristo resurgiendo de un cráter producido por una explosión nuclear. Es cierto que muy bonita y angelical no es, pero lo cierto es que este artista expresa su arte de esta forma. Otra evidencia es la supuesta “invocación” de Lucifer que se produjo durante una vigilia de Pascua en la basílica de San Pedro, debido a que el Papa relata en latín un presunto texto de invocación al diablo.

Pero, poco después, se dejó claro lo que dijeron sus palabras: “Lucifer en llamas encuentra la humanidad. Yo digo: ¡Oh Lucifer que jamás serás vencido, Cristo es tu hijo que vendrá de los infierno, derramó su luz tranquila y vive y reina en el mundo sin fin”. El texto fue mal traducido y creó confusiones entre las personas, pero el texto fue el último verso del Pregón Pascual. Realmente quería decir: “Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo, ese lucero que no conoce ocaso. Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo del abismo, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina por los siglos de los siglos. Amén”.

Como pueden comprender, esto solo fue seguramente fruto de algunas personas que querían tergiversar los hechos y hacer que grupos de personas criticaran al Papa por sus “descuidos”. Y en cuanto al extraño aspecto de la escultura situada detrás del trono papal, según sus referencias artísticas, el autor “quiere hacernos ver la inequívoca trascendencia del hecho de su resurrección. Arrojar esperanza sobre nuestra aparente temporalidad”. Como ven, no tiene nada que ver con Satán.

Es una escultura de bronce que fue restaurada y, de hecho, no es para nada reciente. Su creación data del año 1977 y con el paso de los años, necesitó una restauración, hecho con el que levantaron sospechas, al terminar el 9 de diciembre de 2011. “La Resurrección” está hecha de bronce y las medidas son 66 pies de alto y 23 pies de ancho. El Vaticano negó fehacientemente que dicha escultura fuera hecha con fines satánicos, al contrario. Aunque parece ser que muchas personas no se han quedado del todo convencidas.



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