¿Tienes buenos amigos?
Notarás que, junto con esas enseñanzas sobre la sabiduría,
el libro de Proverbios también enseña en cuanto a escoger buenos amigos: “No
entres en la vereda de los malvados, ni vayas por el camino de los malos”
(Proverbios 4:14). “Hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de
sus veredas” (Proverbios 1:15–16).
1. Los buenos amigos te facilitan vivir los mandamientos
cuando estás con ellos. Un verdadero amigo te fortalece y te ayuda a vivir los
principios del Evangelio que te permitirán perseverar hasta el fin.
2. Un verdadero amigo no te obligará a escoger entre los
modos de él o ella y los caminos del Señor, apartándote así del sendero
estrecho y angosto. El adversario ronda por esta tierra y desea intensamente
que cada uno de nosotros caiga. Si tus amigos te llevan por los senderos de la
iniquidad, apártate de ellos ahora mismo. Escoge tus amigos con sabiduría.
¿Qué clase de amigo eres tú?
Ahora te hago una pregunta difícil: ¿Qué clase de amigo eres
tú?
La vida consiste en mucho más que sólo salvarnos a nosotros
mismos. Se nos ha mandado elevar y fortalecer a todos los que nos rodean. El
Señor quiere que todos regresemos a Su lado juntos.
Tú eres un faro, y no hay nada más peligroso que un faro
caído. Recuerda quién eres: eres una luz al mundo, a tus amigos, a tus hermanos
y hermanas; tú eres la persona a la que están observando.