El mandamiento de Amar


"Maestro, ¿cual es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mt. 22.36-39."


Recorría yo una página de Internet y vi este mensaje, el cual no es nuevo en realidad, es un versículo bastante conocido. Lo primero que me vino a la mente fue: “¿Qué pasaría si amaramos a nuestros enemigos? ¿Por qué amar a nuestros enemigos? La razón del porqué me vino a la mente tal pensamiento fue por el simple hecho de leer en tal versículo la palabra “Prójimo”. Sí. La palabra Prójimo me hizo pensar en Enemigo. 

Tengamos en cuenta que a nuestro alrededor habitamos junto a muchas personas, muchas formas de pensar, y tales diferencias causan enemistad entre tú y ese grupo de personas. Todo comienza con una forma de pensar diferente. No hay enemistad si no hay diferencias en cuanto al pensamiento. Es tan arraigado tal hecho, que una solo diferencia de creencia o en cuanto a la opinión se refiere, puede desencadenar en una enemistad perpetua, y esto lleva a la destrucción del ser. Veamos unos ejemplos bíblicos: El pecador tiene enemistad con Dios, por el simple hecho de no compartir el mismo proceder. Todo proceder viene de un pensamiento previo, y si el proceder del pecador es diferente al de Dios, entonces sus pensamientos no concuerdan con los del Creador, y por lo tanto, HACE SU VOLUNTAD y no la del Creador. Por eso dice: “Mis pensamientos no son sus pensamientos…” (Isaías 55:8)

En este caso, del pecador y Dios, podemos ver que el Señor ha establecido un plan B, para hacer que aquella enemistad se rompa, y sencillamente vuelva en amistad con Hashem (Job 22.21). Este plan B se llama Yashúa, Jesús como le hemos conocido con tal nombre. El Padre ha hecho posible que el ser humano vuelva a sus brazos a través de Jesús, rompiendo con una barrera de enemistad que empezó a existir desde el jardín del Edén. Todo esto pasó, porque a pesar de la desobediencia, DIOS AMÓ (1Juan 4:19) y como amó, ha roto las diferencias, ha roto la enemistad y nos ha acercado a El.

En este sentido, observamos como gran ejemplo la acción que tomó Dios hacia el hombre. Pero ¿qué hay de nosotros? – En realidad, todos debemos reconocer que existe en este mundo, gente de todo tipo, gente irritante, gente que no quisieras tratar, que no quisieras hablar por el simple hecho de no concordar contigo en muchos puntos. Ante eso, Dios nos ha llamado a amar. Sí. A AMAR. A amar al que te hace daño, pues El amo a los que lo traspasaron (Zac. 12.10)


“Y me mirarán a mí, a quien traspasaron”


Un versículo en el cual reflexionar. No es sencillo explicar tal versículo. Nosotros hemos lastimado a Dios, en su corazón, pero El siempre está ahí para que le miremos, para que le busquemos, para que le hablemos. Su rostro no cambia de lugar hacia nosotros (Santiago 1.17), y si le buscamos de corazón, le miraremos y El no se negará (2da de Timoteo 2:13). Esta es, la manifestación del verdadero AMOR INTRAÑABLE (Fil. 1:8-11)



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