"SOY EL ÚNICO CRISTIANO EN CASA"


Cada vez es más normal ver jóvenes en este tipo de situaciones. Cuando somos jóvenes nuestro interés está siempre despierto, somos más perceptivos a todo y Dios nos habla durante toda nuestra juventud:

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. (Eclesiastés 12:1)

Y la pregunta es ¿Qué hago para llevar mi familia a los pies de Cristo?
Las situaciones pueden ser muy variadas:
1. ¿Uno de tus padres es alcohólico?
2. ¿Alguno de tus padres profesa alguna otra religión como el catolicismo y no acepta tu fe?
3. ¿Tus padres no se interesan por las cosas de Dios?
4. ¿Tus padres viven divorciados?

Independientemente de cual sea tu situación el primer paso a entender te lo da la Palabra de Dios:

Honra a tu padre y a tu madre, como Yahveh tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Yahveh tu Dios te da. (Deuteronomio 5:16)

El segundo paso es: Deja todo en manos de Dios, pídele que haga su voluntad en tu familia, pídele que te use para cambiar a tus padres y para que ellos conozcan la verdad. No dejes de orar, expresa tu sentimiento a tu pastor y si puedes busca jóvenes para orar en grupo, claro que no va a ser siempre, pero tu oración personal si debe ser constante. Y de la mano de la oración verás que los mejores resultados van acompañados del ayuno. Planea un ayuno, has una oración por tu familia al iniciar y al terminar tu ayuno. Pide con fe  como si las obras ya estuvieran en marcha (porque te aseguro que así será).

El tercer paso: Háblale a tu familia de Dios. Si tienes hermanos mayores o menores puedes comenzar hablándole a ellos. No sería sorpresa que ellos sean los primeros que acepten a Jesús, pero claro que cada situación es diferente. Escucha música cristiana con el objetivo que tus padres también la escuchen, procura conseguirte un libro cristiano que hable acerca de la familia.

El cuarto paso es uno de los mas importantes, no es necesario que les hables todo el tiempo a tus padres acerca de Dios, pero si es muy necesario que tu vida hable por ti. Debes de demostrar el cambio en tí, el antes y después de Cristo, no recuerdo quién me dijo: "No puedo escuchar lo que habla tu boca porque tus hechos hablan a gritos" la idea es esa ;) para bien o para mal tus actos respaldarán tus palabras.

Por último, has tuya la promesa de nuestro Señor:
Él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa. (Hechos 11:14)

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